El Orejones, no es ni tan gordo como un elefante ni tan delgado como un espagueti. Es tan bajito como un enano de Santa Claus, y tiene unos brazos larguísimos tanto como el Empire State Building. Tiene el pelo rubio y a lo afro, como si fuera un discotequero funky. Tiene la piel tan rosada como un flamenco de la Rosa. Tiene las orejas más grandes que Dumbo y la nariz tan largo como Pinocho. Tiene una uniceja tan poblada que podría tapar a todo España.
Orejones es tan amable como Gárgamel, ya que solo piensa en sí mismo. Es interesado como la madrastra de Cenicienta, y tan gracioso como un bolígrafo, pero tan creído como Rudolph. Es tan parlanchín y pesado como La sita Asunción. Es muy insensible, tanto como Calamardo. Encima, es tan activo como Chin Chan.
Autores: Izaro Arco, Danel Atxutegi, Endika Pérez y Dana Mariana Popaene